Como ya iba siendo hora de ir actualizando este sindios y no tengo muchos ases en la manga, voy a aprovechar para recomendaros un sitio para comer que encontré con cienpocienporcino de camino al Cabo de Gata. Nos hallábamos en nuestro vehículo (su vehículo, más bien) cruzando Despeñaperros y con ganas de parar un rato y tomar un café, cuando tropezamos con un enorme cartel rojigualda con la siguiente inscripción «Casa Pepe, comidas, queso manchego, jamón de bellota» Y para allá que fuimos.
Aparcamos (a la sombra) y nos dirigimos hacia el bareto. En un primer momento, entre el cansancio del coche y que una tiende a ser más bien empanada, no me fijé demasiado en la decoración y el ambientillo -carteles A4 con frases rijosas enmarcadas, baldosines de «aquí no se fia» …lo típico- así que no me di cuenta de dónde nos habíamos metido hasta que el camarero nos hizo llegar nuestros desayunos en una exquisita vajilla decorada con el aguilucho pre-constitucional.
AHÍ fué dónde cayó el velo del misterio (no con la bandera falangista más grande que yo que cubría la pared, ni con las botellas de vino paquista que había detrás de la barra, yo sólo tenía ojos para el bocata y eventualmente, para lo que había debajo, si entendeis esto podréis empezar a comprender mis sofisticados mecanismos mentales) y empecé a darme cuen de que dónde dicen «Casa Pepe, comidas, queso manchego, jamón de bellota» en realidad quieren decir «Casa Pepe, comidas, nostalgia del régimen, crimen estético y jamón de bellota»
A su favor tengo que decir que aunque la tortilla del pincho de cienpocienporcino de españolísima no tenía nada (asco de huevina) mi montado de jamón/tomate (catalá ja!) estaba cojonudo y que los camareros fueron extremadamente educados con nosotros -supongo que mas les vale si la clientela habitual va a juego con la decoración- y nos trataron de usted en todo momento, aunque estaba claro que no éramos más que un par de fumetas quemacuras muertos de risa.
La decepción que supuso en un primer momento que ningún plato de la carta tuviese un nombre adecuado al establecimiento («Millán Astray con patatas» «Generalísimo con embutido de la tierra», «Carmen Polo al Limón»…) se vió compensada enseguida por la tienda de souvenirs Casa Pepe, una auténtica maravilla dónde se puede comprar desde membrillo con un encantador packaging pre-con hasta un kit taxidermia liebre-perdices, perfecto para cualquier ocasión.
Así que ya sabeis, si pasais por Despeñaperros y quereis reiros un rato, «Casa Pepe» Carretera N-IV, Km 243.